Sesión # 7 La Cultura Mixteca
Esperamos que hayas pasado un momento agradable en la sesión de nuestro taller, a continuación te dejamos las lecturas y el video que se proyecto con relación a la Cultura Mixteca.
Mitología Mixteca
#1 EL MITO MIXTECO DE LA CREACIÓN
En el año y en el día
de la oscuridad y tinieblas, antes que hubiese días, ni años, estando el mundo
en grande oscuridad, que todo era caos y confusión, estaba la tierra cubierta
de agua, sólo había limo y lama sobre la faz de la tierra.
En aquel tiempo, dicen los indios que aparecieron visiblemente un dios que tuvo por nombre ‘un ciervo’, y por sobrenombre ‘culebra de león’; y una diosa muy linda y hermosa, cuyo nombre era ‘un ciervo’ y por sobrenombre ‘culebra de tigre’.
Estos dos dioses dicen haber sido principio de
los demás dioses que los indios tuvieron. Luego que aparecieron estos dos
dioses en el mundo y, con figura humana, cuentan las historias de esta gente,
que con su omnipotencia y sabiduría hicieron y fundaron una grande Peña
[sacándola fuera del agua] sobre la cual edificaron unos muy suntuosos
palacios, hechos con grandísimo artificio, adonde fue su asiento y morada en la
tierra.
Encima de lo más alto de la casa y habitación
de estos dioses estaba un hacha de cobre, el corte hacia arriba, sobre la cual
estaba el cielo. Esta peña y palacios de los dioses estaba en un cerro muy
alto, junto al pueblo de Apoala que está en la provincia que llaman Mixteca
Alta.
Esta peña en lengua de la gente tenía por
nombre: “lugar donde estaba el cielo”. [Quisieron significar en esto, que era
lugar de paraíso y gloria, donde había suma felicidad y abundancia de todo
bien, sin haber falta de cosa alguna. Éste fue el primer lugar que los dioses
tuvieron para su morada en la tierra, adonde estuvieron muchos siglos en lugar
ameno y deleitable, estando en este tiempo el mundo en oscuridad y tinieblas…
Estando pues, estos dioses, padre y madre de todos los dioses, en sus palacios
y corte], tuvieron dos hijos varones muy hermosos, discretos y sabios en todas
las artes.
El primero se llamó “viento de nueve culebras”,
que era nombre tomado del día en que nació. El segundo se llamó “viento de
nueve cavernas”, que también fue nombre del día de su nacimiento. Estos dos
niños fueron criados en mucho regalo. El mayor cuando quería recrearse se
volvía en águila, la cual andaba volando por los altos.
El segundo también se transformaba en un animal
pequeños, figura de serpiente, que tenía alas con que volaba por los aires con
tanta agilidad y sutileza que entraba por las peñas y paredes y se hacía
invisible; de suerte que los que estaban abajo, sentían el ruido y estruendo
que hacían ambos dos. Tomaban estas figuras para dar a entender el poder que
tenían para transformarse y volverse a la que antes tenían.
Estando los hermanos en la casa de sus padres, gozando de mucha tranquilidad, acordaron de hacer ofrenda y sacrificio a los dioses sus padres, para lo cual tomaron unos como incensarios de barro con unas brasas, sobre las cuales echaron cierta cantidad de beleño molido, el lugar de incienso.
Esta dice los indios que fue la primera ofrenda
que se hizo en el mundo. Ofrecido este sacrificio, hicieron estos dos hermanos
un jardín para su recreación, en el que cual pusieron muchos géneros de árboles
que llevaban flores y rosas, y otros que llevaban frutas, muchas hierbas de
olor y otras especies.
En este jardín y huerto se estaban de ordinario
recreando y deleitando: junto al cual hicieron otro prado muy hermoso en el
cual había todas las cosas necesarias para las ofrendas y sacrificios que
habían de hacer a los dioses sus padres… Hacían asimismo oraciones, votos y
promesas a sus padres y pedían que por virtud de aquel beleño que les ofrecían
y los demás sacrificios que les hacían que tuviesen por bien hacer el cielo y
que hubiese claridad en el mundo: que se fundase la tierra o por mejor decir,
apareciese, y las aguas se congregasen, pues no había otra cosa para su
descanso, sino aquel pequeño vergel.
Para más obligarles a que hiciesen esto que
pedían, se punzaban las orejas con unas lancetas de pedernal, para que saliesen
gotas de sangre. Lo mismo hacían en las lenguas, y esta sangre la esparcían y
echaban sobre los ramos de los árboles y plantas con un hisopo de una rama de
un sauce, como cosa santa y bendita…
Después de haber referido los hijos e hijas que
[además] tuvieron aquellos dioses marido y mujer… dicen los indios que hubo un
diluvio general, donde muchos dioses se ahogaron. Después de pasado el diluvio
se comenzó la creación del cielo y la tierra por el dios que en su lengua
llamaron “Creador de todas las cosas”. Restauróse el género humano y de esta
manera se pobló aquel reino mixteco.
El origen de los mixtecos se atribuye a dos
árboles altivos, soberbios y ufanos, hasta que los deshojó el viento. Estaban a
las márgenes de un río en la [entonces todavía] reiterada soledad de Apoala,
entre las montañas de lo que después fue población. Este río nace del encañado
de dos montes, que forman en medio una calle, como si fueran cortados a tajo
abierto. Al pie de uno hace boca una oquedad o cueva… De las venas de este río
crecieron los árboles, que produjeron los primeros caciques, varón y hembra. De
aquí por generación se aumentaron y extendieron, poblando un dilatado reino.
#2 EL FLECHADOR DEL SOL
Muchas son las leyendas antiguas de dónde
surgió la humanidad y cómo es que poblaron el planeta. Una de ellas es la de
“El Flechador del sol”, leyenda mixteca que habla de una guerra entre el Sol y
Quetzalcóatl.
Cuenta la leyenda que “en la época prehispánica, vivieron en Mixtecatl, dos árboles, que estaban distantes… Estos con el tiempo, empezaron a amarse. Su pasión fue tan grande que lograron unir sus ramas, y de esta hermosa y amorosa unión nació el primer hombre y la primera mujer mixteca.
Ambos
pueblos se denominan a sí mismos como «gente de la lluvia o de la nube» Según
la mitología, los mixtecos eran descendientes de los hijos del árbol de Apoala.
Fueron muchos los hijos, tanto que tenían la necesidad de más espacio.
Los
hijos de la pareja poblaron la tierra y de ella, la pareja primitiva de los dos
árboles, surgió uno de sus hijos, quien hizo un agujero en un árbol que se
encontraba en las nubes y cohabitó con él, copuló dentro.
Su
nombre: Nueve Viento, uno de los nombres de Quetzalcóatl. Dice la leyenda que
el árbol quedó preñado, y alumbró al poco tiempo. Este nacimiento fue muy bien
querido pues tenía una misión para el futuro de su raza.
Con
el tiempo sería el hombre que habría de retar al sol, dueño de las tierras que
eran el espacio ideal para su pueblo que había crecido mucho y buscaría tierras
para su pueblo. Al sol se le conocía como señor de la tierra Mixteca. El reto
fue a un duelo a muerte.
El
porqué del reto, era debido a que El flechador, no entendía por qué al buscar
una tierra para su pueblo, solo veía tierras y sol, supuso y creyó que el sol
era el dueño de todo, ya que nadie habitaba allí y planificó retarlo. El sol no
tardó en dar respuesta. Este, Nueve Viento, lanzó sus flechas contra el astro
rey, mientras que el sol le combatía con sus rayos.
La
batalla fue muy intensa. El flechador del sol, lanzó tantas flechas como pudo.
Lucharon todo el día hasta el atardecer. En el momento más delicado y
finalizando el día, el sol, astro rey, fuerte y dueño del territorio en pugna,
cae herido de muerte.
Dicen
que esta es la causa del color tan característico de los atardeceres, es la
muestra de una mezcla de naranja y rojos como de un color encarnado… Color de
muerte, de matices y tonalidades, de carne, sangre y sol… El sol se ocultó
detrás las montañas.
El Flechador del Sol, tuvo miedo de que, el astro reapareciera y de esta manera, reclamara sus antiguos terrenos. Decidió así traer a la gente, a todos los de su tribu, y los hizo sentarse en la tierra que había según él, había ganado.
El
flechador del sol, invitó a los habitantes de su tribu para que no se dejasen
quitar el terreno ganado, y los estimuló a preparar el terreno, abrir cercos y
sembrar plantas de maíz, todo en esa misma noche sin pérdida de tiempo. De esta
manera, cuando el Sol renació al día siguiente, nada pudo hacer. Había sido
vencido y la tierra ahora tenía otro dueño.
El
flechador, venció al Sol y ganó esas tierras para el pueblo mixteco. Para los
mixtecos, el flechador del sol, es la divinidad principal de este pueblo en la
época prehispánica conocido como Dzahui, dios de la lluvia y patrono de la
nación mixteca.
Así
los mixtecos se convirtieron en dueños de la región tanto por derecho divino
peleado
y ganado por el flechador y como por derecho militar, pues había vencido al sol
quien al amanecer ya no tenía tierras. Este héroe es conocido como el que
civilizó al pueblo mixteco y les entregó el conocimiento de la agricultura y
civilización.
#3 REY CONDOY
El Rey Kondoy es una leyenda muy difundida en
la antigüedad y actualmente aceptada como una leyenda verídica por los
pobladores de la antigua región Mixteca.
Su historia cuenta que hace mucho tiempo había una pareja humilde que salió a buscar leña en un día como cualquier otro, pero ese día les ocurrió algo fantástico pues se encontraron en la entrada de una cueva con un par de huevos enormes, algo incrédulos decidieron tocar con un palo para comprobar que efectivamente se trataba de huevos, luego se alegraron y decidieron llevárselos a sus casas, esto les costó mucho trabajo, pero finalmente lo lograron.
Al
tercer día los huevos se abrieron y en su interior la pareja se encontró con un
niño al que llamaron Condoy, en el otro huevo hallaron a una serpiente de 7
cabezas, la cual era la hermana de Condoy.
El
joven Condoy se transformó en adulto en solo 3 días, luego comenzó a recorrer
el mundo trayendo siempre a su regreso sacos con oro y bienes, los cuales
decían que se robaba de los pueblos más ricos, también enseño a su pueblo a
luchar contra los invasores, les enseño a sembrar, a construir y también se
puso al mando del pueblo en los momentos de guerra, por todas estas acciones el
pueblo lo coronó como el Rey Condoy. Dicen que luego se fue a vivir a la cima
del cerro Zempoaltepetl y aun hoy continúa viviendo allí.
#4 MITOS SOBRE EL ORIGEN DE LOS GOBERNANTES EN LA MIXTECA
Uno de los mitos de origen más difundidos en la
historiografía de la Mixteca es el relato de los señores de Apoala, cuya
primera versión apareció publicada en el prólogo al Arte en lengua mixteca,
compuesto por el fraile dominico Antonio de los Reyes en 1593. Casi un siglo
después, fray Francisco de Burgoa registra una versión similar sobre el origen
de los señores mixtecos en el valle de Apoala en su monumental Geográfica
descripción, en 1674. Ambas narraciones se han convertido en una suerte de
“historia oficial” que ha sido repetida por distintos autores modernos para
interpretar algunas páginas del Códice Vindobonensis, por lo que a partir de
estas fuentes establecen un origen común para numerosos pueblos y señoríos de
la Mixteca alta, baja y de la costa.
No obstante, un análisis más detallado de los códices mixtecos prehispánicos revela que en realidad existió una enorme diversidad de relatos sobre el origen de los gobernantes que menoscaba la idea de un origen compartido recopilado tardíamente en el periodo colonial.
A
grandes rasgos, el mito de los dominicos señala que el origen de la nobleza
mixteca ocurrió en el valle de Apoala, cuando un grupo de personajes surgió de
los árboles para conquistar y llevar las leyes a toda la región:
Vulgar
opinión fue entre los naturales mixtecas, que el origen y principios de sus
falsos Dioses y señores, había sido en Apuala, pueblo de esta Mixteca, que en
su lengua llama yuta tnoho, que es Rio, donde salieron los señores porque decían
haber sido desgajados de unos árboles que salían de aquel Rio, los cuales tenían
particulares nombres. Llaman también a aquel pueblo, yuta tnuhu, que es Rio de
los linajes, y es el nombre más apropiado. En especial era tradición antigua,
que los dichos señores que salieron de Apuala, se habían hecho cuatro partes, y
se dividieron de tal suerte que se apoderaron de toda la Mixteca.
Otros
ejemplos los encontramos en el Códice Bodley, donde se muestra a un grupo de
señores que surgen de las fauces de la tierra. Incluso una de las escenas más
notables se encuentra en la primera página del Códice Selden, en la que se
representa el nacimiento del señor 11 Agua, Juego de Pelota Humeante, del
interior de un enorme cerro.
Desde
la banda del cielo se manifiestan dos deidades importantes: el señor 1 Muerte,
dios del Sol, y 1 Movimiento, relacionado con el planeta Venus. Ambos
personajes llevan escudos, flechas y propulsores, pero uno de los dardos
arrojado por los dioses se ensartó en el centro de la montaña y de su hendidura
se manifiesta 11 Agua, quien aún tiene el cordón umbilical que lo une el cerro
abierto.
Finalmente, también existen diversos relatos del periodo colonial sobre el origen de los gobernantes. La Relación geográfica de Tamazola menciona que sus fundadores tuvieron un origen divino: “Dijeron que eran de un señor natural de este dicho pueblo, el cual se decía en mixteca Ya Co Cuuñi (2 Hierba). Y, preguntándoles de dónde nació y vino este señor a este dicho pueblo, dijeron que este señor bajó del cielo, y la mujer con quien fue casado, que se decía en lengua mixteca Ya Ji Mañe (11, 13 Muerte o Hierba) ...nació de una piedra que se abrió”
En
general, los elementos que dan origen a los señores mixtecos se pueden
distribuir entre piedras, montañas, peñascos, cuevas, ríos y árboles. Es
probable que el mito recogido por Antonio de los Reyes formara parte de una
nueva tradición que retomó elementos antiguos para reelaborar un nuevo discurso
que fuera acorde a los tiempos de la dominación española. Desde luego, el
simbolismo de los árboles es una característica mesoamericana y su asociación
con el origen del poder se puede rastrear en los códices prehispánicos, pero ya
en el periodo colonial dichos elementos experimentaron una reelaboración para
legitimar una situación unificadora que convenía políticamente a unos cuantos
señoríos, que buscaban mantener sus privilegios y hegemonía sobre comunidades
más pequeñas.
#5 LA SERPIENTE DE FUEGO O YAHUI
La serpiente de fuego es conocida en el mundo
prehispánico de Mesoamérica
con
el nombre náhuatl de xiuhcóatl. Sin embargo, forma parte de un complejo
simbólico
que tuvo una distribución más amplia. En la Mixteca antigua se le
conoce
como yahui y es a través de los códices y de la iconografía, principalmente,
como podemos tener acceso a su significado y al profundo simbolismo que aún hoy
en día mantiene en diversas comunidades mixtecas. El yahui forma parte de la
religión y de un sistema de creencias todavía poco trabajadas en esta porción
del sur de México.
La
serpiente de fuego, xiuhcóatl o yahui es un complejo iconográfico que aparece
comúnmente en el Posclásico mesoamericano, sin embargo, tuvo una mayor
distribución
entre los grupos nahuas del Centro de México y en los mixtecos de
las
zonas altas.
En
los códices mixtecos se le representa como un animal fantástico dotado
de
diversos elementos que caracterizan a otros seres de la naturaleza:
1)
Tiene una gran cabeza de serpiente con las fauces abiertas de modo similar al
icono conocido en la literatura mesoamericana como “el monstruo de la tierra”.
2)
Dentro de sus fauces surgen grandes dientes y colmillos que se prolongan en
forma de curva.
3)
La parte superior del hocico se alarga en forma de trompa tomando un diseño
cuadrangular que culmina en la parte posterior de la nariz. En otras representaciones,
se le dibuja más bien con una nariz alargada o redondeada con una hoja de cuchillo
de pedernal en la punta.
4)
El cuerpo de este animal fantástico es muy alargado, pues se compone de
una
cadena de rectángulos colocados en forma sucesiva.
5)
La cola viene rematada con un largo cuchillo de pedernal flanqueado por dos
volutas y dos vírgulas enroscadas que a veces tienen forma circular.
Según
las imágenes que vemos en los códices, el animal es un cuadrúpedo
pero
debido a las convenciones de la escritura mixteca, que da preferencia a
las
figuras dibujadas en perfil, regularmente aparece la serpiente de fuego con dos
patas alargadas o tres, provistas de enormes garras semejantes a las de un
águila.
Como podemos observar, no se trata definitivamente de un ser que exista en
la
naturaleza, sino de un animal fantástico que toma elementos de otros
conformando uno diferente.
Para
los mixtecos, la serpiente de fuego o xiuhcóatl aparece como un nombre personal
o sobrenombre de numerosos gobernantes; también la hemos encontrado como un
título o cargo sacerdotal que podía ser desempeñado por algunos soberanos;
incluso, parece haber sido objeto de culto debido a la dedicación que se le
hace en un templo; finalmente, la serpiente de fuego llegó a ser una de las
entidades favoritas para tomar su forma por parte de los naguales o de aquellos
que practicaban el nagualismo.
Si
bien la práctica nagualística no fue determinante para la conquista de un
pueblo
o para subir a un trono vacante, al menos sí fue fundamental para allegarse un
poder ideológico o religioso que sustentaba una serie de prácticas y un sistema
de creencias que formaba la base de toda una cosmovisión.
Para
los mixtecos, el hecho de que sus gobernantes pudieran adquirir poderes
mágico-religiosos los acercaba o equiparaba con los dioses, y los convertía en
seres sobrenaturales con facultades muy diferentes a las del resto de los
humanos.
Por
ello, era muy importante que el soberano diera demostraciones de su fuerza
sobrenatural por medio del nagualismo con el cual dejaba muy en claro su papel
como un ser sagrado.
En
este sentido, los códices prehispánicos recogieron muy bien esta creencia en
torno
a los gobernantes, al mostrárnoslos como individuos cercanos a los dioses y
dotados
de poderes especiales.
Existen
en los códices mixtecos, tres distintos usos de la palabra yahui:
1.
Como nombre o apelativo de una clase de mago o brujo que tenía la
facultad
de transfigurarse en otro ser de naturaleza animal o de fenómeno celeste
como
un cometa o estrella fugaz. En este sentido pensamos que la serpiente de
fuego
era en realidad una representación de un cometa o una estrella fugaz con base
en la tradición oral de los pueblos mixtecos actuales de la Costa quienes
consideran a la estrella fugaz como un poderoso nagual en que pueden
transformarse algunos brujos.
2. Como cargo sacerdotal o sacerdote-sacrificador. Es el caso de algunos
personajes
que visten el atuendo de la serpiente de fuego al que se le han
añadido
cuchillos de pedernal en sus garras y de aquellos individuos pintado
de
negro realizando varias actividades rituales. Parece ser que el empleo del
nombre
de yahui conllevaba también la práctica de realizar sacrificios humanos, en los
cuales intervenía el nagual del sacerdote-sacrificador.
3.
Como sobrenombre o nombre personal de un gobernante que nacía con la
facultad
de transfigurarse. Es muy probable que todo aquel gobernante que tuviera
como
sobrenombre un yahui, le fuera natural la capacidad innata de practicar el
nagualismo
y llegar a convertirse en cualquier animal o fenómeno de la naturaleza.
A
través de la iconografía y de los datos provenientes de los códices, es posible
percibir los elementos que existieron sobre el nagualismo en los mixtecos prehispánicos
y descubrir la forma en cómo se representaban, esto es, que el nagualismo era
una práctica llevada a cabo por sacerdotes y gobernantes en
los
que, al parecer, ocurría una transformación completa del individuo en otro ser
o
en
la que también únicamente se revestía de la piel de ese ser sin llegar a perder
del todo su forma humana.
#6 LA RELIGIÓN MIXTECA
Hablemos brevemente sobre las principales
características de la religión mixteca, ya que esto nos permitirá entender
mejor el porqué de las principales deidades. Algunas de estas particularidades
que hacen únicas a la religión mixteca son las siguientes:
Era una religión animista, es decir, todos los objetos y los elementos naturales tenían consciencia. Es por ello que existen tal cantidad de eventos naturales representados por deidades.
Pensaban en un origen dual del mundo, considerando que fue la división de dos grandes entes lo que trajo el nacimiento del mundo. Esto es otro de los elementos características de Mesoamérica, ya que generalmente en sus mitologías aparecen dos deidades que se une o separan para formar el cosmos.
Creían que el mundo había nacido y muerto en varias ocasiones, siendo todo un evento cíclico. Este es otro elemento común en Mesoamérica, pero también en otras mitologías europeas.
Eran bastante comunes los sacrificios, existiendo diferentes variedades dependiendo del dios al que se rindiera culto. Se llegaban a celebrar numerosas fiestas que duraban días donde los mixtecas adoraban a sus dioses mediante el asesinato de seres humanos y animales.
Eran politeístas, pensando que existían numerosos dioses y no solo uno. Este sistema es la razón por la que existen panteones tan ricos en la mayoría de pueblos del mundo antiguo.
Crearon pequeños templos para rendir culto a los dioses, aunque ninguno era del tamaño de los creados por mayas o aztecas. Se debe tener en cuenta que han llegado muy pocos ejemplos de esto hasta la actualidad, siendo por lo tanto bastante inferiores en tamaño y calidad que lo de otros pueblos precolombinos.
El juego de la pelota era una forma de rendir culto a los dioses, siendo considerado un ritual más y siendo eventos a los que acudían la mayoría de la población.
Los sacerdotes eran figuras muy importantes para los mixtecas, ya que se pensaba que tenían grandes habilidades como la transformación en animales. Ocupaban las principales casas de las aldeas, siendo en algunos casos más importantes incluso que los reyes.
Destacan 4 principales dioses de la cultura
mixteca.
Dzahui
El
dios de la lluvia y considerado como dios más importante de la cultura mixteca.
Los mixtecos consideraban que era su dios patrón, por lo que ellos siempre eran
protegidos por él, siendo la deidad que recibía más sacrificios y rituales por
parte de los mixtecos. Se dice que fue petrificado por el Sol, y es desde su
posición fija donde manda las lluvias que cuidan los cultivos de los mixtecas.
Huehuetéotl
El
dios del fuego, otro de los principales elementos naturales y por tanto otro de
los que los mixtecas debían tener representado por una deidad. Es uno de los
dioses más antiguos de la cultura mesoamericana, existiendo representaciones
suyas mucho antes de la existencia de la cultura mixteca. Se piensa que eran
muchos los sacrificios en fuego hechos para rendir culto a esta deidad.
Xipe
Tótec
Es
otro de los dioses de la cultura mixteca más importantes. Es el dios de la
vida, la muerte, la resurrección, las enfermedades y la agricultura. A esta
deidad podemos encontrarla en numerosas religiones mesoamericanas, ocupando en
cada una de ellas unos elementos distintos. En el caso de la cultura mixteca
tenemos constancia que era una deidad de la fertilidad y de la agricultura,
siendo elementos claves para la economía de los mixtecas.
Nueve
Viento
Es
la forma en la que los mixtecos llamaban a la Serpiente Emplumada, posiblemente
la criatura más representada en las mitologías mesoamericanas. Se considera el
héroe cultural de los mixtecas, siendo el que les enseñó la escritura y las
diferentes artes.













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