Sesión #2 Teotihuacán, Ciudad De Los Dioses



Esperamos que hayas pasado un momento agradable en la sesión de nuestro taller, a continuación te dejamos las lecturas y el video que se proyecto con relación a la Cultura Teotihuacana.


Video: Teotihuacán, Ciudad De Los Dioses





Mitología Teotihuacana

#1 EL NACIMIENTO DEL QUINTO SOL EN LA MAJESTUOSA CIUDAD DE LOS DIOSES


La influencia de Teotihuacan en el resto de los pueblos mesoamericanos fue tal que algunos de ellos —entre otros los mexicas— buscaron allí su origen. En el siglo XVI fray Bernardino de Sahagún recuperó un mito que hace referencia al nacimiento del Quinto Sol en la majestuosa Ciudad de los Dioses.

Se dice que cuando aún era de noche, cuando aún no había luz, cuando aún no amanecía, dicen que se juntaron, se llamaron unos a otros los dioses, allá en Teotihuacan.

Dijeron, se dijeron entre sí: —¡Venid, oh dioses! ¿Quién tomará sobre sí, quién llevará a cuestas, quién alumbrará, quién hará amanecer? Y en seguida allí habló aquél, allí presentó su rostro Tecuciztécatl. Dijo: —¡Oh dioses, en verdad yo seré! 

Otra vez dijeron los dioses:
—¿Quién otro más? En seguida unos y otros se miran entre sí, unos y otros se hacen ver, se dicen: —¿Cómo será, ¿cómo habremos de hacerlo? Nadie se atrevía, ningún otro presentó su rostro. Todos, grandes señores, manifestaban su temor, retrocedían. Nadie se hizo allí visible. Nanahuatzin, uno de estos señores, allí estaba junto a ellos, permanecía escuchando cuanto se decía. Entonces los dioses se dirigieron a él y le dijeron: —¡Tú, tú serás, oh Nanahuatzin! Él entonces se apresuró a recoger la palabra, la tomó de buena gana. Dijo: —Está bien, oh dioses, me habéis hecho un bien.

Tecuciztécatl y Nanahuatzin hacen penitencia durante 4 noches. Mientras Nanahuatzin ofrendaba espinas de maguey con su sangre, cañas verdes atadas de tres en tres y bolitas de heno, Tecuciztécatl ofrecía espinas hechas de piedras preciosas, de coral colorado en vez de sangre, plumas de quetzal y pelotas de oro, deleitando al olfato con el mejor copal. En vez de copal, Nanahuatzin quemaba las costras de sus póstulas.

Al final de la ofrenda comenzaron a adornar a Nanahuatzin y Tecuciztécatl; a uno lo ataviaron con plumas preciosas de Aztacómitl, al otro le tocaron la cabeza con un Maxtli de papel. Con todos alrededor, en el Teotexcalli ardió el fuego por cuatro noches. Acto seguido los dioses se colocaron de pie en dos filas al lado de la hoguera, listos para presenciar el espectáculo.

Nanahuatzin y Tecuciztécatl se situaron frente al fuego, en medio de los demás dioses. Y entonces estos últimos ordenaron: “¡Venga Tecuciztécatl! ¡Entra al fuego!” Aunque acometió contra la enorme pira, le ganó el miedo y dio marcha atrás. Volvió a intentarlo, hasta cuatro veces, el límite permitido por los propios dioses. Entonces se volvieron hacia Nanahuatzin y le dijeron: “¡Venga Nanahuatzin! ¡Entra al fuego!”. 

Cerró los ojos, e inmediatamente se lanzó a la hoguera. Comenzó a crujir en el fuego, y fue cuando Tecuciztécatl también se arrojó. En ese momento un águila pasó tan cerca que dicen que por eso las águilas tienen las plumas color negro.
También pasó un tigre, y como éste no se quemó, sólo se chamuscó un poco, fue así como quedó medio manchado.

Entonces los dioses esperaban que saliera Nanahuatzin. De repente todo se tornó rojizo, como si en todos lados estuviera amaneciendo. Los dioses se hincaron para ver aparecer a Nanahuatzin ya como astro luz. No se sabía por dónde saldría, porque por todas partes había luz.

Entonces ciertos dioses como Quetzalcóatl, “La serpiente emplumada”, miraron al oriente y dijeron: “Por aquí ha de salir el Sol”. Fue tal la resplandecía de Nanahuatzin que nadie lo podía mirar. Después de él y en el mismo lugar apareció Tecuciztécatl. Y los dioses se preguntaron: “¿Acaso está bien que vayan los dos a la par?” “¡No!”, se contestaron. En este momento uno de los dioses golpeó con un conejo a Tecuciztécatl, con lo que le suprimió el resplandor, quedando la Luna como está ahora.

Ahora comenzaba un nuevo sol que alumbraría a la tierra. Pero el sol no se movía. Entonces los dioses deciden sacrificarse y morir para darle movimiento, y es así, por el sacrificio de los dioses, que el sol comienza a desplazarse por el cielo y por lo tanto hay noche y día, en una lucha constante entre los poderes diurnos y nocturnos.

¿Por qué ubican los grupos nahuas del centro de México el nacimiento del Quinto Sol, el sol del hombre nahua, en Teotihuacan?

Recordemos que varios mitos relatan cómo hubo cuatro soles o edades en que los dioses trataron de hacer cada vez mejor al hombre y al alimento que habría de sustentarlo. Pero esos hombres eran imperfectos, al igual que el alimento. Es así que deciden reunirse en Teotihuacan para crear un nuevo sol, un nuevo hombre y dotarlo de alimento.

Teotihuacan, ciudad que se había desarrollado durante más de siete siglos, fue destruida y abandonada antes de la llegada de estos nuevos grupos, que vieron los grandes montículos cubiertos por el tiempo y seguramente encontraron vestigios regados por aquí y por allá que les indicaban que allí había existido una gran ciudad. No sabían quién la había construido, por lo que la atribuyeron a los dioses. El nombre mismo dado a la ciudad –Teotihuacan– significa en lengua nahua “ciudad donde nacen los dioses”. ¡Qué importancia debió tener la antigua ciudad para que estos grupos ubicaran ahí el mito de la creación de su nuevo sol o edad...!

¿Cómo pensaban estos grupos que se había poblado Teotihuacan?

Sahagún nos proporciona la información acerca de esto. Dice el relato:

En seguida se pusieron en movimiento, todos se pusieron en movimiento: los niñitos, los viejos, las mujercitas, las ancianas. Muy lentamente, muy despacio se fueron, allí vinieron a reunirse en Teotihuacan. Allí se dieron las órdenes, allí se estableció el señorío. Los que se hicieron señores fueron los sabios, los conocedores de las cosas ocultas, los poseedores de la tradición.

Luego se establecieron allí los principados... Y toda la gente hizo allí adoratorios, al Sol y a la Luna, después hicieron muchos adoratorios menores. Allí hacían su culto y allí se establecían los sumos sacerdotes de toda la gente. Así se decía Teotihuacan, porque cuando morían los señores, allí los enterraban. Luego encima de ellos construían pirámides, que aún ahora están. Una pirámide es como un pequeño cerro, sólo que hecho a mano.

Por allí hay agujeros, de donde sacaron las piedras, con que hicieron las pirámides, y así las hicieron muy grandes, la del Sol y la de la Luna. Son como cerros y no es increíble que se diga que fueron hechas a mano, porque todavía entonces en muchos lugares había gigantes y lo llamaron Teotihuacan... (Códice Matritense de la Real Academia de la Historia, folio 195 v.)

En este relato queda clara la imagen que se tenía de Teotihuacan. Es poblada por personas que serán gobernadas por sabios, por quienes poseen la tradición, el conocimiento. De aquí se desprende el carácter de una sociedad fuertemente estratificada, como lo fue la teotihuacana. Además, van a obtener la materia prima para sus construcciones de allí mismo, y resaltan cómo los edificios serán hechos “a mano”, como lo fueron las pirámides del Sol y de la Luna, entre otros. Sin embargo, no fueron hombres comunes los que las hicieron: fueron gigantes, de donde se refuerza lo dicho antes en el sentido de que desconocían en realidad quiénes habían construido la vieja ciudad. 

Por cierto, en otros relatos se nos dice que de estos gigantes se habían encontrado sus huesos. Se refieren a los huesos de grandes mamíferos como el mamut y otros que miles de años atrás habían desaparecido, pero cuyos huesos se encontraban en diversos lugares y se atribuían a gigantes.

La arqueología ha permitido que poco a poco se despejen las incógnitas y podamos tener una idea aproximada de las características de la primera gran ciudad del centro de México.

En Teotihuacan se inician muchos de los conceptos que vemos en ciudades posteriores, como la orientación de sus principales edificios y de la ciudad misma, y desde determinados rituales plasmados en su pintura mural, hasta el culto a divinidades que perdurarán en el tiempo. Así, Teotihuacan deja sentir su influencia aún después de destruida y abandonada.

La ciudad no pasa inadvertida para aquellos nuevos grupos y es así como la obra de los hombres será considerada como obra de los dioses. 

De la realidad se pasa al mito...


#2 El Axolote



Su nombre en náhuatl (axólotl) quiere decir “Xólotl de agua” y se ha traducido como “juguete de agua”, “monstruo acuático”, “gemelo de agua” o “perro de agua”. Es evidente que hace referencia al dios Xólotl, una especie de Caín heroico que es el hermano gemelo de Quetzalcóatl o, para ser preciso, su doble. Mientras Quetzalcóatl es el “gemelo precioso”, Xólotl es monstruoso y deforme.

Su historia comienza con la leyenda de la creación del Sol y la Luna, ocurrido en Teotihuacán. Tras el sacrificio de Nanahuatzin y Tecuciztécatl y la aparición del Sol y la Luna, los dioses se dieron cuenta de que permanecían inmóviles, por lo que dijeron: “¿Cómo podremos vivir con un Sol sin movimiento?”.

“Sacrifiquémonos y hagamos que resucite con movimiento por nuestra muerte” Y entonces Ehécatl, dios del viento, se encargó de matar a los dioses. Sin embargo, la historia dice que hubo un dios, Xólotl, gemelo de Quetzalcoátl, que se rehusaba a morir.

En ese momento, Xólotl dijo: “Oh dioses, ¡que no muera yo!”. Lloraba tanto este dios, que se le hincharon los ojos. Al llegar Ehécatl a matarlo, Xólotl escapó despavorido. Huyó hacia las milpas donde se escondió entre los maizales. Ahí se convirtió en el pie de maíz que tiene dos tallos, que los campesinos llaman xólotl. Cuando el viento lo descubrió echó a correr y se escondió entre los magueyes, convirtiéndose en un maguey de penca doble llamado mexólotl, al ser nuevamente hallado, volvió a huir.

Finalmente se sumergió en el agua, convirtiéndose en axólotl, el ajolote, donde fue capturado y muerto para consagrarse para siempre como uno de los manjares predilectos de los posteriores príncipes aztecas.


#3 Principales Deidades de la

Mitología Teotihuacana



Quetzalcóatl

La deidad principal del panteón, también conocida como la serpiente emplumada, es quien representa la dualidad del hombre en esta sociedad. Se podría decir que parte de su esencia representa el alma del ser humano, y la otra parte representa el cuerpo de los seres humanos.
Era capaz de realizar grandes transformaciones, aunque su aspecto más reconocible era el de una cabeza rodeada de numerosos tipos de serpientes.

 


Tláloc



Uno de los dioses de la cultura teotihuacana más respetados y temidos por los teotihuacanos, ya que era el dios de la lluvia y el agua, siendo dos elementos esenciales para la vida de esta cultura, pero también siendo muy peligrosos por los daños que podían llegar a realizar en abundante número. Su acción sobre los cultivos provocaba que fuera una de las deidades que más sacrificios recibía, ya que se buscaba su ayuda para que los cultivos recibieran el agua necesaria para alimentar a la población.



 




Chalchiuhtlicue



Diosa del agua, patrona de los nacimientos y la llamada cara amable de Tlátoc. Se conoce de creencias sobre que los tributos para honrar a esta deidad provocan mayor fertilidad, por lo que era una diosa muy adorada especialmente por los teotihuacanos que querían mayor descendencia.

 














Huehuetéotl



Uno de los dioses más antiguos de toda Mesoamérica, siendo representado como un anciano encorvado, y siéndole atribuidos los atributos del fuego. También era una deidad muy temida, ya que se consideraba que las erupciones solares eran provocadas por su gran ira.

 

 

 

 

 

 




 




Xipe Totec



Este es otro de los dioses de la cultura teotihuacana. Era el Dios de los alimentos, de la agricultura y del maíz, su papel en la vida teotihuacana era esencial, ya que su importancia radicaba en su capacidad que tenía para alimentar a las personas. Se consideraba uno de los dioses principales, ya que era la persona que había dado alimentos a los teotihuacanos al principio de los tiempos.









 




Serpiente emplumada


La deidad con mayor presencia en todas las mitologías mesoamericanas, siendo Teotihuacan una de las culturas donde mayor importancia llegó a tener. Fue el dios más representado por esta cultura, poseyendo atribuciones relacionadas con la lluvia. Se piensa que ella y Quetzalcóatl, del que hemos hablado antes, pueden ser el mismo dios al ser los dos llamados serpientes emplumados, aunque sus atributos son bien distintos.

 






Gran Diosa de Teotihuacan



No estamos seguros de la identidad de esta deidad, pero las numerosas representaciones que tenemos sobre ella en el arte de Teotihuacan hacen vital conocer su situación. Existen numerosas teorías, pero las principales la relacionan con atributos como la muerte, la oscuridad o el inframundo. En algunos estudios se le ha llamada la Diosa Araña, por la relación de su iconografía con los arácnidos.









#4 Huehuetéotl, dios viejo del fuego

y el centro del universo





Huehuetéotl es el nombre que recibió el dios viejo del fuego, su culto fue uno de los más antiguos de Mesoamérica. En náhuatl, su nombre quiere decir ‘dios viejo’ (huehue: viejo; teótl: dios).
 
Sus representaciones han sido encontradas en sitios tan antiguos como Cuicuilco y Monte Albán, que incluso precedieron a Teotihuacán. También los signos de vejez en sus representaciones, se relaciona con los libros como transmisores de conocimiento; la sabiduría producto de su experiencia.
 
Huehuetéotl-Xiuhtecuhtli, como también se le conoce, es uno de los dioses más representados en Teotihuacan. Algunos de los nombres que recibía era Xiuhtecuhtli, “el señor del año”, “el señor de la hierba” o “el señor de la turquesa”, ya que la palabra xiúhuitl en su pronunciación posee 3 significados (año, hierba, turquesa).
 
Por este motivo frecuentemente lleva algunos atributos formados por mosaicos de turquesas, que eran características que usaban los reyes mexicanos (se les llamaba a estos atributos xiuhuitzolli).
 
Residía en el centro del Universo y desde allí partían los cuatro puntos cardinales o rumbos del universo, por lo que uno de sus símbolos era la cruz.
 
Incluso era muy frecuente ver que sus sacerdotes usaran la cruz como uno de sus atributos, que también es usada para decorar los grandes incensarios, llamados tlemaitl (manos de fuego).
 
Como varias deidades del panteón mexica Huehuetéotl podía convertirse, en su caso era una serpiente de fuego. Según la leyenda al momento de nacer, recibió el espíritu alentador de la Serpiente de Fuego Xiuhtecuhtli, para protegerlo y guiarlo.
Este espíritu Nahual (de transformación), se manifiestan sólo como una imagen que aconseja en sueños o con cierta afinidad al animal que nos tomó como protegidos al nacer.
 
Se cree que la figura más antigua de Huehuetéotl corresponde a la cultura de Ticomán, del preclásico Mesoamericano, que vivía a orillas del lago de Texcoco, probablemente contemporánea a Cuicuilco.
 
También a la cultura de Cuicuilco se le atribuye el culto a Huehuetéotl donde encontraron figuras hechas en barro que representan a un anciano encorvado cruzado de piernas, con un gran brasero sobre la espalda.
Su brasero representa el cráter del volcán que echa humo y arroja cenizas. El dios habita en su interior y tanto Cuicuilco como Copilco van a sufrir las consecuencias de este aspecto negativo de la deidad.
 
Los ríos de lava serán significativos en relación con los ríos y manantiales que vivifican, en tanto que los ríos de fuego destruyen. Esto nos hace recordar el símbolo de la guerra, el atlachinolli, que conjuga la dualidad de contrarios mencionada.
 
La posición de sus manos también nos recuerda a la dualidad sagrada. La derecha está abierta con la palma hacia arriba, en tanto que la izquierda se cierra en forma de puño. Lo que significaría que la mano derecha abierta representaría la entrega que hace el dios de sus dones, en tanto que la izquierda empuñada significa el lado negativo.
 
El enorme brasero tiene, por lo general, un decorado a base de rombos con un círculo en medio que parecieran ser ojos. Cada rombo está separado del otro por líneas verticales, haciendo un total de cuatro “ojos” alrededor del brasero que bien pudieran representar los cuatro rumbos del universo (quincunces).
 
De ser así, estaríamos ante la primera manifestación de una de las características de este dios: ocupar el centro del universo y estar relacionado con los cuatro puntos cardinales.
 
Los pobladores de Cuicuilco que sufrieron temblores de tierra, ruidos provenientes del interior del volcán y, finalmente, la ceniza y los ríos de lava que corrieron para cubrir tierras de cultivo, casas y el centro ceremonial debieron ser fervientes creyentes de esta deidad.
 
La furia del dios fue a la par del abandono del sitio y no pocos investigadores piensan que parte de esta población se desplazó hacia el norte, ocupando Teotihuacan.
 
Por otra parte, el carácter de vejez que se asocia al dios puede obedecer a que, en algunos mitos, el primer y más antiguo elemento que los dioses crean, antes que el Sol y el hombre, es el fuego.

Debido a la terrible experiencia vivida en Cuicuilco, que mostró su lado negativo, se piensa que el culto que en Teotihuacan se tuvo por el dios viejo se debió a que se trataba de mantener su lado positivo -proporcionar calor, conocer los alimentos, el fuego como renovador, el centro del hogar, entre otros.


#5 El Inframundo de Teotihuacán



La probable existencia de un sistema de túneles y cuevas en Teotihuacan, se cree que pudiese ser un modelo de inframundo o Tlalocan.

La existencia de "cuevas" en Teotihuacan no es un dato nuevo. En el códice Xólotl; en se aprecian las dos grandes pirámides del sitio, bajo las cuales hay una oquedad con un personaje dentro. No sería improbable que esta figura se refiriese a los oráculos que frecuentemente se hallaban dentro de grutas y que pudieron servir de escenario de prácticas rituales o tareas económicas, es decir:

Actividades extractivas originales relacionadas con los materiales piroclásticos (tezontle) empleados en la construcción de la ciudad.

-       Almacenamiento a gran escala.

-       Entierros.

-       Ofrendas relativas a ritos de fertilidad.

Se cree que el sector noroeste del Valle de Teotihuacan está lleno de cuevas, algunas de las cuales tienen continuidad a través de las plazas de tres templos, comunes en la parte norte de la antigua ciudad de Teotihuacan. También se especula que el túnel que pasa por debajo de la Pirámide del Sol originalmente continuaba hacia el sureste y tenía una boca por la amplia depresión semilunar que yace detrás de la gran estructura. 

#6 ¿Qué colapsó a Teotihuacán?


La caída de esa antigua urbe posiblemente se debió al colapso de la elite política, o a la invasión de otro pueblo que acabó por dominarla, dijo también al presentar la ponencia "Nuevas reflexiones sobre el militarismo en Teotihuacán" en la IV Mesa Redonda de Teotihuacan. Más allá de la ciudad. Sostuvo que evidencias localizadas durante el Proyecto de excavación de la Pirámide la Luna en la ciudad sagrada de Teotihuacán confirman la presencia de individuos sacrificados y atados de manos, lo cual hace suponer a los investigadores que se trata de prisioneros de guerra o esclavos.

Teoría que se refuerza con la presencia de edificios, zonas habitacionales y templos que fueron quemados, quizá como consecuencia del enfrentamiento entre grupos sociales, añadió Sugiyama. Indicó que las investigaciones en la pirámide de la Luna forman parte de un proyecto que intenta explicar qué provocó el colapso de la ciudad, al tiempo de localizar las cámaras funerarias existentes en cada periodo constructivo del edificio, para intentar establecer su significado y los detalles de su práctica.

Precisó que hasta el momento se han hecho dos excavaciones en igual número de niveles de cambio constructivo, es decir, se ha intervenido la pirámide en los lugares donde se edificó una nueva etapa, para lo cual los teotihuacanos realizaban sacrificios humanos en honor a sus dioses. En Teotihuacán, se encontraron cámaras mortuorias con restos humanos, de animales y diversos objetos que ataviaban a los cuerpos o que representan ofrendas a las deidades, así como individuos atados de las manos y decapitados.

"Encontrarlos así nos hace pensar que eran prisioneros de guerra o esclavos sacrificados a los dioses. De este modo, la idea de que en su momento Teotihuacán era un pueblo completamente pacífico cambia, pues ahora podemos afirmar que se trató de una sociedad más mesoamericana, como la olmeca, maya y azteca, las cuales también tenían este tipo de prácticas". Otro aspecto importante para comprender el desarrollo de la ciudad es una de las teorías que explica qué fue lo que provocó su colapso; "ahora podemos decir que además de la falta de recursos para subsistir, se agrega la posibilidad de que un grupo de rango muy bajo haya tomado el poder, o bien, provocado la caída de la elite gobernante".

Según investigaciones realizadas desde la década de los ochenta, se han encontrado por ejemplo en el Templo de Quetzalcóatl, al menos 131 individuos sacrificados en una sola ocasión. Además, en su esplendor (450 a 650 d.C.), Teotihuacán controlaba la producción y distribución de la obsidiana, con la que se fabricaban las armas en Mesoamérica.


#7 El equinoccio de primavera



Desde hace aproximadamente diez años en el templo del Sol, en Teotihuacan, Edo. de México se popularizo la creencia de que en los centros ceremoniales prehispánicos, durante el Equinoccio de Primavera, los índigenas del México precolombino realizaban rituales encaminados a “cargar energía”, proceso que se concretaría si se ascendía a la parte superior de los monumentos.

El concepto Eqinoccio proviene de los vocablos griegos euqus: igua y nox: noche. Esté termino se aplica al evento astrónomico donde el día y la noche duran exactamente el mismo tiempo. Cada año suceden dos acontecimientos de este tipo: El Equinoccio de Primavera y El Equinoccio de Otoño, con fechas aproximadas entre 20-21 de marzo y 21-22 de septiembre, respectivamente.

Este fenomeno ha tenido gran importancia para difrentes culturas en todos los tiempos y áreas de conocimiento y, a su vez, ha propiciado la creación de extravagantes mitos y rituales. 


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Bibliografía

 “Los dioses teotihuacanos” www.queaprendemoshoy.com

 

Peque José M. “Teotihuacán y sus dioses. Divinidades de la cultura teotihuacana” www.arquehistoria.com

 

“Teotihuacán” es.wikipedia.org

 

Peque José M. “Cuicuilco, la Pompeya mesoamericana/Buscando los orígenes de Teotihuacán” www.arquehistoria.com

 

“Religión teotihuacana. Conoce la influencia de sus cultos y creencias” www.religiones.net

 

De la Garza Mercedes. “Mitos mayas del origen cosmogónico” www.arqueologiamexicana.mx

 

Rodríguez, Daniela.  Los 11 Dioses Teotihuacanos Más Importantes. Lifeder. https://www.lifeder.com/dioses-teotihuacanos/.

 

https://www.mexicodesconocido.com.mx/teotihuacan-en-los-mitos.html

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